domingo, 22 de mayo de 2016

The everyday female metamorphosis

La introducción a un proyecto fanzine en el que estoy trabajando:
En la actualidad y para nuestra sociedad, ser una mujer significar lucir de una cierta manera: Alta, flaca, curvilínea, piel suave y labios voluminosos.
Todos los días hacemos que nuestro cuerpo pase por una pequeña metamorfosis. Lo hacemos por varias razones y una de ellas es encajar en los estándares de belleza que la sociedad nos pone. Sucumbimos a ellos para lucir más agradables a los ojos de otros.
Todo empieza alrededor de los 12 años con pequeñas cosas alterables, como nuestros primeros pelos de las pierdas. Continúa con el tamaño de nuestras tetas y nuestro peso. Poco a poco pasamos a cosas que se vuelven más difíciles de alterar como, el “thigh gap”, la cinturita de avispa, las estrías y las arrugas. Cuando menos lo notamos estamos pasando por el bisturí para sentirnos más lindas.
Este pequeño fanzine muestra algunos de los cambios que le he hecho a mi cuerpo con tal de sentirme más bonita, de no ser juzgada por otros, de complacer a mis padres y a veces a mi chico, etc. Captan la idea. También contiene pequeñas historias de cómo empezó o alguna experiencia que me acuerde.
Por cierto, no estoy tratando de condenar a las mujeres que se afeitan las piernas, usan maquillaje o tienen siliconas. Solo estoy tratando de alzar la voz por las que lo hacemos por presión social o por las que que no lo hacemos y nos encontramos siendo juzgadas bajo el discurso de “No sabemos cuidarnos”.
Me tomó un tiempo darme cuenta de que nuestro valor como mujeres yace en el simple hecho de nuestra EXISTENCIA. ¿Loco no? Un pensamiento tan simple que se ve condicionado por la forma en la que lucimos. Y eso amigas y amigos míos, jamás debería ser un factor para pesar el valor de nuestra vida, experiencia, trabajo y seguridad.
Si quieres colaborar contándome tus historiasentra aquí

EN

The intro for a small zine I’m working on:
In today’s society, to be a woman means to look in a particular way: Tall, skinny, with an hour-glass figure, smooth skinned and luscious lips.
Every day we put our body through a small metamorphosis. It happens for various reasons and most of them are to fit society’s beauty standards. You know, so we can be agreeable under other peoples’ eyes.
It all starts around the 12 years old with small alterable things, like our first leg hairs. It continues to the size of our boobs and our weight. Later it moves to less easy alterable things like the thigh gap, the hourglass figure, the removal of our stretch marks and wrinkles. Without noticing, we are undergoing surgery so we can feel prettier!. (Ok… Maybe not all of us)
This small fanzine shows some of the changes that I do or have done to my body in order to fell pretty, not been judge, please my parents and my significant other, etc. you get the idea. It also contains short stories of those everyday changes, how they started or a particular experience.
By the way, I’m not trying to condemn women who shave their legs, wear makeup or get a boob job. I’m just trying to stand up for those who do it because they feel the social pressure and who don’t, and because of that choice have to undergo a continuous and very severe judgment for not “taking care of themselves”.
It took me a while to understand that our value as women resides in one simple fact: WE EXIST. Crazy right! It is such a simple thought that gets condition by the way we look. And that, my friends, should never be a factor to weight the value of our life, experience, work and safety.

If you want to be part of this project and tell me some of you stories, click here.

lunes, 7 de marzo de 2016

Seguiré viajando

De niña veía en Iquitos a mucha gente de otros países explorando la ciudad. Desde ese momento supe que, en algún momneto de mi vida, quería dedicarme a explorar otros mundos. 

A los 18 años hice mi primer viaje "sola", porque la verdad que cuando uno viaja, nunca esta sola/o. Lo único que me pasó fue que quise viajar más. Volví al Perú y comencé por casa, por mucho tiempo y gracias al trabajo me la pasé viajando por un buen rato. A veces sola, a veces con amigas y a veces con amigos. Conocí a gente increíble, aprendí cómo viven otros, vi el mundo desde otras alturas, colores, temperaturas, me encontré con ideologías, religiones e historias diferentes a las mias, muy diferentes. De cada viaje me traje inspiraciones, enseñanzas y aventuras, de cada viaje traje una Allegra renovada. 

Cuando recorres el mundo conocido y desconocido, no puedes dejar de lado que siendo mujer siempre tengo que estar alerta. Siempre tengo que llevar la guardia en alto, porque no se cuándo a un hombre se le va a ocurrir hacerme algo. Recuerdo en un bus de Barcelona a Bilbao un hombre italiano intentó levantarme la blusa mientras dormía, en Marruecos 3 hombres me siguieron por media hora, en Hungría un taxista me dijo que le parecía linda y que debería postergar mi viaje para quedarme en su casa. 

En los tres momentos tuve miedo de esos hombres y tuve miedo a que peores cosas me pasaran durante el viaje, pero a lo que más le tuve miedo fue a permitir que estos hombres detuvieran mi sueño y mis ganas de seguir conociendo otros mundos. 

Ahora más que nunca, agradezco de mi suerte y de que esas veces no me pasara nada, de seguir viva y de saber que esas experiencias no fueron las determinantes de mi viaje. Que en mi caso lo bueno superó lo malo. 

Sin embargo, no puedo dejar de pensar que la próxima vez que viaje seguiré estando alerta y seguiré pensando que como mujer corro más riesgos. Seguiré pensando esto en el 2016 mientras la televisión siga reduciendo la existencia de una mujer a su cuerpo, mientras en la política aún seamos minoría y sobre todo, mientras sigamos enseñándoles a nuestras hijas, hermanas y amigas que deben cuidarse de no ser violadas, en vez de enseñarle a nuestros hijos, hermanos y amigos a no ser violadores. 

Seguiré estando alerta en mis viajes,  porque no voy a parar de viajar, porque aprender del mundo es mi derecho, porque como mujer es mi responsabilidad mostrar que somos más ahí afuera, cada vez más independientes y más aventureras. Seguiré viajando. 



I will keep traveling

As a little girl, I saw many people from other countries exploring my city, Iquitos. From that moment I knew that at some moment of my life, I wanted to dedicate myself to explore other worlds.

At 18, I made my first "solo" trip, but the truth is that when one travels, we are never alone. The only thing that happened to me on that trip was that I wanted to travel more. I returned to Peru and started from home, thanks to my work I spent a good time going around Peru, sometimes alone, sometimes with girlfriends and sometimes with boyfriends. I met amazing people, I learned how others live, I saw the world from different heights, colors, temperatures. I found ideologies, religions and very different stories to different mine. Every trip I brought inspirations, lessons, and adventures, each trip brought a renewed Allegra.

When you travel the known and unknown world, as a woman I always have to be alert. I have to keep my guard up because I don't know when a man will want to harm me. I remember on a bus from Barcelona to Bilbao an Italian man tried to pull up my blouse while I was sleeping. In Morocco 3 men followed me for half an hour, in Hungary, a taxi driver told me that I was beautiful and I should postpone my trip to stay at his home.

In those three times, I was afraid of those men and I feared worse things could happen to me during the trip. However, what I was afraid the most, was letting these men stop my dream and my desire to keep on learning from other worlds.

Now more than ever, I thank my luck, I appreciate that I'm safe and alive. I know those experiences were not the determinants of my trip. In my case good overcame evil.

However, next time I travel I will, still, have to be alert and as a woman, I will, still, run more risks. Is 2016 and I will, still, think that because television continues to reduce the existence of a woman to her body, because in politics women are still a minority and above all, because we still keep teaching our daughters, sisters, and girlfriends, they must keep their guard up to not get raped, instead of teaching our sons, brothers and male friends not to be rapists.

I will keep traveling with my guard up, because I refuse to stop traveling, because learning about the world is my right and because as a woman is my responsibility to show we are out there, more independent and more adventurous. I will keep traveling.





martes, 10 de noviembre de 2015

La Sierra

Ilustración de una ñusta para la marca de ropa orgánica Arawak Ecofriendly.