martes, 27 de septiembre de 2011

Retratos de viaje

Para llegar a Nueva Betania se tiene que hacer un viaje de cinco horas en bote. En teoría estos botesillos parten a las 7, pero mientras esperan a que se llene, mientras suben la carga, mientras los vendedores siguen ofreciendo sus juanes, chifles, aguas, frutas, etc... el bote termina saliendo a las 8:30. Todo bien con eso siempre y cuando no estés apurado. 



Una vez que comienza el viaje, si eres primerizo, te entusiasma la curiosidad de qué es lo que vas a ver y de lo relajada/o que te vas a sentir... pero a la segunda hora te das cuenta que son cinco horas en un no tan cómodo medio de transporte, en el que si no fuiste precavido y no llevaste una hamaca, pues tendrás que conformarte con las ligeramente sólidas tablas que tienes como asiento y sobre todo olvídate de ir al baño, quizá si perteneces al género masculino no sea tanto problema, pero si no... pues prepárate para aguantarte o asume y haz que el bote pare en una isla cercana, lo cual puede generar ciertos malestares en el resto de viajeros, pero claro ahí decides entre la aceptación social o la tranquilidad de tu vejiga. 

Dejando de lado las desventuras que puedas pasar tienes que buscar una forma de mantenerte "divertido", bien puedes optar por dormir (eso fue lo primero que intenté pero al cabo de media hora mi columna vertebral estaba a punto de dejar de existir), también puedes optar por leer (lo intenté con mucha vehemencia pero botesito + sonido "peque peque peque peque" + minúsculas letras = mareo) o si es que tienes una cámara de fotos, pues puedes retratar a la gente, a tus amigos y a ti misma/o... y eso fue lo que terminé haciendo. 










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