Recuerdo que cuando era chiquita me encantaba que Manuelita me contara historias de la selva y todas las noches para dormir me hablaba de sirenas y seres raros pertenecientes al sub mundo selvatico... el chullachaqui, la warmi boa y el ayaymama... habian mas, pero estos son los que mas marcaron mi imaginacion de esa epoca y bueno hasta ahora siguen ahi.
Manuelita
siempre me contaba sobre una pareja que tenía dos hijos. La familia era muy pobre
y por lo tanto apenas podían mantenerse. Un día, con el dolor de sus paupérrimas
almas decidieron abandonar a sus dos pequeños en lo más profundo de la selva.
Los
dos hermanos (7 y 9 años) lloraron por días y días, sufriendo hambre y otras
cosas. Una mañana, unas aves se compadecieron de ellos y decidieron acogerlos.
Los llevaron a su nido en lo alto de los árboles y los cuidaron y alimentaron
por un buen tiempo. Un día despertaron y los niños tenían plumas y sus brazos
se habían convertido en alas. Con sus nuevos cuerpos, emprendieron el vuelo en
busca de sus padres.
La
búsqueda duró muchos días, pero valió la pena. Encontraron a su madre colgando
la ropa en su huerta y a su padre cortando la leña. Ambos se veían tranquilos e
indiferentes a la inexistencia de sus hijos. Esto entristeció a los niños y con
su frustración sólo pudieron lamentarse. Desde ese día, al atardecer en las
riberas, puedes escuchar el canto de los niños "ay ay mama".
Nadie
nunca los ha visto, pero hay rumores sobre su físico. Dicen que tienen cuerpo
de pájaro, pero la cabeza de niños. Que despiertan por las tardes, para salir a
cantarle a sus padres. Cuando escuchan el canto, la gente sabe que es el
Ayaymama.
Esta
es la historia que me fascinaba escuchar, si algún día encuentro a Manuelita
espero que me la cuente de nuevo y de nuevo y de nuevo.
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