La semana de el día de los muertos me fui para Iquitos y bueno si indagan un poco en este blog o en mi "diario de viajes" verán que tengo un interés en los cementerios. No he estado en muchos, pero todos los que veo me gustan, aunque no soy muy fan de los que están regidos por un estándar de "sólo placa" y nada más. Me encantan los cementerios en los que las familias pueden rendir homenajes a los que alguna vez nos dieron alegrías o causaron depresiones.
En Iquitos el cementerio general me fascina, cada vez que voy a esta ciudad me doy una vuelta a visitar a mi bisabuelo y a mi abuelo. Aunque a uno solo lo conozco de historias y al otro de recuerdos generados por el VHS, voy y les hablo un ratito. Después de visitarlos, me doy vueltas leyendo los nombres, comparando las fechas, contando las edades (esto me cuesta, soy pésima en matemáticas).
Esta viaje fue la primera vez que iba al cementerio general en el día de los muertos, y fue otra cosa ver tanta gente y tantas flores caminando entre cada pasaje. Ojalá pueda ver otro cementerio en el día de los muertos.
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